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miércoles, 8 de septiembre de 2010

Breve apoloxía da Galiza céltica

Hoy en día, en las aulas gallegas, por motivos de snobismo intelectual de ciertos catedráticos de historia antigua, pretenden desvincular la cultura castrexa de la civilización céltica, y es que como decía el gran historiador Emilio González López “es lamentable que en nuestros días, algunos intelectuales gallegos, dejándose llevar por el anticeltismo que produce en ciertos historiadores ingleses la hostilidad céltica irlandesa, se olviden de su propia historia y renieguen del Celtismo” Artículo publicado en el diario La Voz de Galicia, 13-VII-1989. Este historiador siempre propugnó la creación de un Centro de Estudios Europeos; célticos, suevos y escandinavos, para el estudio y desvanecimiento de la ignorancia de las enormes e importantes relaciones de Galicia con el mundo céltico (especialmente Irlanda, Inglaterra, Escocia y Bretaña), el mundo suevo (Alemania, Austria, Francia y Suiza ) y el mundo escandinavo (Noruega, Islandia, Dinamarca). Los falsos herederos intelectuales del Galleguismo, viendo en el “etnicismo” un elemento sospechoso, traicionan a la sangre y a la Tradición, así como a sus grandes defensores como M. Murguía, B. Vicetto, E. Pondal , V.Risco, R. Otero Pedrayo, F. López Cuevillas, R. Cabanillas, etc. Y su paupérrima visión de esta nación se reduce a aspectos meramente económicos y anticastellanos, tal como lo entienden algunos nacionalistas de izquierdas hoy en día.

Pero volvamos a lo que nos concierne, de la Edad del Bronce pasamos a la del Hierro. Los pueblos celtas comienzan a invadir y asentarse en el noroeste peninsular, y de la cultura de la mámoas pasamos a la de los castros, cultura que perdurará hasta la Edad Media. Las primeras invasiones celtas son las de los Saefes (según el historiador griego Avieno “serpientes”, por ser este su animal totémico) en el siglo VI a.C. trayendo el uso del hierro y la Cultura de Hallstatt. Destacados autores como Henri Hubert, F.Le Roux y Ch. Guyonvar´ch, confirman las hipótesis de celtas en el NO peninsular . Como dato más que anecdótico, diremos que filológicamente, por ejemplo el antiguo nombre céltico de A Coruña (Brigantium), también lo encontramos en Austria –Berganta-, derivado de Brigahtia, nombre de diosa común a varios países celtas. El lago Constancia (Suiza-Francia) fue conocido por los romanos como el Lago Brigantino y con posterioridad se le llamó Lago Suevo... curiosidades históricas de las que podríamos hablar con detenimiento


Las similitudes de carácter cultural entre Galiza y otras naciones celtas son enormes, desde las formas de construcción de los castros, a la simbología en su artesanía, fiestas ancestrales, fonética, etc.

ver“Los Celtas y la Civilización Céltica” de Henri Hubert, Akal Universitaria, 1988.
La religiosidad céltica perdura hoy en día en el inconsciente colectivo, prueba de ello son los ecos de esa espiritualidad pagana en múltiples tradiciones y costumbres revestidas de cristianismo... (aguas y fuentes sanadoras, peregrinajes a ermitas de santos (druidas antiguos?!), respeto y culto en los santuarios naturales y piedras con poderes, etc.) ver Afinidades culturais entre Galicia e Irlanda” de Elisabeth F. Keating, Ed.Galaxia, 1990. Para ello se puede consultar varios estudios, aquí destacaremos solo una muestra, por ejemplo “La Galicia Insólita: Tradiciones Gallegas” de Antonio Fraguas e Fraguas, Ediciós do Castro, 1993

Su arquitectura y escultura era rudimentaria. Entrelazos, soqueados, rosaceas, triskeles y svásticas de varias formas conforman la simbología en sus obras. Son de destacar las estatuas de guerreros así como las divinidades de triple rostro o faz. “La primera comunidad gallega se enciende en hogar y verbo celta" ver Ensaio histórico sobre a Cultura Galega” de Ramón Otero Pedrayo, Ed. Galaxia, 1982, pág.22

Prosigue Otero Pedrayo en su descripción sobre las creencias de los celtas galaicos, nos muestra una interesante deducción: “Lo que sorprendía a los clásicos era la juventud, la violencia y la trágica indecisión, el ambiente de lucha de las religiones occidentales. Señalan en Galicia el predominio de un Ares y todo hace suponer (filología, etnología, arqueología) el predominio de una divinidad solar estilizada y simbolizada en la serpiente, en la swástika, en los círculos decorativos, en el esquema de los pájaros lacustres y en la barca del Sol. Los nórdicos y los occidentales debían imaginar – figurarse un universo mojado, nebuloso y lenturiento, en que nada adquiere la solidez y el grado de limitación de las concepciones griegas y latinas. También en éstas hay recuerdos de orígenes caóticos, de vida elemental y angustiosa entra la dinámica originaria: cultos oscuros y filosofías del devenir”  Op. cit. R. Otero Pedrayo, pág.32

Y más adelante nos habla de ese inconsciente colectivo: “Es natural suponer la existencia en Galicia de la étnica iglesia druídica, hecho que parece por otra parte comprobado por la arqueología. Los bosques y las rocas, el mar, las fuentes, los ríos, todos los aspectos misteriosos y enigmáticos de la naturaleza estaban poblados para el celta por espíritus, de la misma manera que hoy lo están en la conciencia íntima del labrador y del marinero de nuestro país” Op. cit. R. Otero Pedrayo, pág.33

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